¿Te sientes conectado con el Espíritu? No me refiero a si has sido educado según ciertos principios religiosos o si profesas alguna #fe. Estoy hablando de sentirse conectado con el poder del Cielo y de traerlo a la Tierra para utilizarlo en tu vida cotidiana.
Para muchas personas, la conexión espiritual significa acudir a la iglesia y rezar; sin embargo, a pesar de estar convencidas de que tienen alma o espíritu, se sienten separadas del poder que rige al #Universo. Pueden venerarlo y crear religiones en torno a él, pero esto sigue siendo algo exterior a ellas. Sólo en tiempos de crisis, o cuando están sirviendo a una causa noble, se sienten justificadas para invocar dicho poder, pero incluso entonces creen que la respuesta (o la ausencia de ésta) procede de Dios.
Incluso quienes nos sentimos uno con el #Espíritu, a menudo también tenemos dificultades para percibir tan formidable fuerza como algo tangible y viable en nuestra vida diaria.
La idea de que todos somos parte de Dios puede ser muy inspiradora, pero no deja de ser una bella metáfora a menos que seamos capaces de asimilarla paulatinamente. Lo que realmente necesitamos es mejorar nuestra vida, encontrar la forma de ser más felices y estar más relajados: conseguir un trabajo satisfactorio, tener un matrimonio bien avenido, ayudar a nuestros hijos, ser un buen amigo, pagar nuestras cuentas y reducir el estrés en nuestra vida. Todos deseamos vivir cada día con la mayor gracia y sabiduría posibles. Necesitamos ayuda con las cosas importantes de la vida, los altibajos, los desafíos y las aspiraciones de cada día. Si el poder del Cielo no se puede llevar hasta ese nivel, entonces ¿Cuál es su uso terrenal? Yo no tengo previsto crear planetas en un futuro cercano. ¿Y tú?
Resulta sorprendente que a pesar de que muchos de nosotros estamos convencidos de ser receptáculos divinos moldeados en una forma física, en cuanto tenemos que resolver cualquier problema mundano -como el pago de una factura o una fecha de vencimiento inminente- nos olvidamos por completo de ello. Aunque pensamos que hemos nacido con el #poder que creó el mundo, nos desmoronamos en cuanto tenemos que organizar un plan de trabajo efectivo. En cierto sentido, nuestra verdadera naturaleza queda sofocada bajo el constante murmullo de nuestras mentes inquietas, nuestras vidas agitadas y nuestros miedos perturbadores. A pesar del apoyo omnipotente, reconfortante y tranquilizador que nos proporciona la religión popular en nuestros días, nos sentimos solos.
¿Y si todo esto pudiera ser distinto?... por diseño divino somos creadores, y es nuestro derecho por nacimiento -y, en verdad, nuestra directriz- ejercer gozosamente el poder del Universo.
Nos vemos muy pronto.
Gracias, Gracias, Gracias
Fuente: PON AL CIELO A TRABAJAR (Jean Slatter)
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